Somos unos privilegiados por dedicarnos a una profesión que implica el contacto directo con la gente y sus vidas. Y digo privilegiados porque nos encanta conocer personas y situaciones diferentes donde uno aprende y crece. Y si además ayudas a cumplir un sueño, un proyecto o un cambio de vida, la recompensa personal es alegría pura.

Miguel: “Aunque mi andadura profesional empezó en el sector de la financiación hipotecaria, la famosa crisis me abrió los ojos ante una profesión casi vocacional: el sector inmobiliario. Disfruto como un enano cuando alguien me dice que quiere vender o comprar, cuando puedo aportar seguridad y confianza con mi experiencia, y a la vez seguir aprendiendo día a día”.

Toni: “Vender viviendas implica ser consciente de que detrás de cada una de ellas hay una historia de amor, de vínculos, de duelo, de vida. El proceso de venta empieza ahí, en entender eso y ayudar a pasar esa página de la mejor forma posible. La empatía es indispensable, para todo.”

Somos poliédricos, y creemos con fervor en los beneficios de serlo. Porque al final todas las caras están relacionadas, se complementan y suman. Así es como sentimos que toda nuestra formación profesional y personal se aúnan para conformar lo que somos. Siempre al servicio de Vivomallorca y sus clientes.